miércoles, 6 de septiembre de 2017

Emmanuel Carrère / Si un día decides afeitarte el bigote



Título original : La moustache
Título en portugués : O bigode
Año de publicación : 1986
Año de esta edición : 1988
Editora : Espaço e Tempo
Traducción al portugués : Herbert Daniel

Emmanuel Carrère
BIOGRAFÍA
Si un día decides afeitarte el bigote

Por Cristina Crenchiglova y Manolo Malpartida
¿Qué pasaría si un día decides afeitarte el bigote que siempre cultivaste con esmero, y, al hacerlo, ni tu mujer, ni tus amigos, absolutamente nadie perciba del cambio? O lo que es peor, te aseguren que nunca llevaste bigote, te miren extraño, frunciendo el ceño, y murmurando entre ellos ante la insólita pregunta. Esta novela parece escrita por un feminista, y es que, sólo nosotros los hombres podríamos pasar por una situación de esa laya; no me imagino a una mujer con esos problemas existenciales. En este caso, él se siente desnudo, y nadie se sorprende de ello. Aquí, lo que sería un acto mero y banal se convierte en una pesadilla. El prominente arquitecto francés, al ver que el hecho no tiene ninguna repercusión –y el iluso la esperaba- en los de su entorno, desatará en él una paranoia tal que lo llevará a pensar seriamente en que todos, desde Agnes, su mujer, hasta sus amigos Serge y Verónique, Samira y Jerome, están coludidos en una conspiración contra él.

La novela no está dividida en capítulos numerados, pero digamos que de sus 158 páginas, la primera mitad bordea lo hilarante, y esto desde las primeras páginas. Carrerè no te da tiempo de arrellanarte en el sofá o de acomodarte en el espacio del ómnibus; ver al personaje principal meterse en situaciones absurdas, humillándose, por esta absurda causa. Luego de su fuga a Hong Kong, las serias y profundas opciones que va elucubrando el arquitecto son algo densas y repetitivas, y cuando creo que la gran novela, que comenzó muy bien, va cayendo en la modorra, aparece de pronto Agnes en Hong Kong -¿realmente en Hong Kong?-, ahí, en el cuarto donde él está hospedado, y con ella, un gran final, muy violento, donde el resultado final de la acción del arquitecto iría muy bien en una capa de un disco de Cannibal Corpse; esto deja en el lector la opción de concluir la historia como mejor la interprete, en mi caso, asistimos al naufragio del raciocinio de éste compadre, sin que él despegue los pies del piso del baño frente a su espejo.

En la primera página, en la respuesta de Agnes ante la pregunta de su marido encuentro el posible motivo del click que activó esta alucinada. Me parece que en esa respuesta sin ninguna sorpresa ante lo cuestionado (acerca de quitarse el mostacho) hará despertar una ira interna que derivará en esa enajenación. El final violento no merma en absoluto lo divertida que resulta esta obra.

Esta no es la primera novela de Carrerè. Anteriores son “L'Amie du jaguar” (1983); “Bravoure” (1984), las cuales sospecho no deben de estar traducidas ni editadas al portugués, quién sabe al español. Espero que sí.








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