lunes, 19 de abril de 2004

John Ashbery / "Uso frases hechas para hacer más democrática mi poesía"


John Ashbery
JOHN ASHBERY 
UN POETA EN NUEVA YORK

"Uso frases hechas para hacer más democrática mi poesía"


Eduardo Lago
17 de abril de 2004

En 1975 obtuvo los premios Pulitzer, Nacional y de la Crítica de Estados Unidos por Autorretrato en espejo convexo, y hoy se le considera el mayor poeta vivo de su país. Acaba de publicar en España Pirografía, una amplia antología de su obra, y Una ola, un libro escrito tras una grave enfermedad por la que había sido desahuciado. En esta entrevista recuerda su relación con la vanguardia artística y musical neoyorquina y el modo en que escribió sus obras más famosas.

Su vida transcurre entre una casa victoriana de Annadale, a dos horas de Manhattan, y un apartamento de London Towne, en el corazón de Chelsea. Las dos viviendas se encuentran a orillas del Hudson. John Ashbery es un hombre extraordinariamente acogedor, que clava su mirada intensamente azul en dos libros suyos que le acaban de llegar de España: Pirografía, una antología de su obra, y Una ola. La entrevista reproduce su forma de componer: cualquier interrupción es bienvenida. Contesta el teléfono, comenta el contenido de un fax, recuerda las circunstancias de un encuentro de escritores al que asistió en El Escorial hace más de diez años. Nada de ello perturba el maravilloso fluir de su palabra. Siempre vuelve a lo que estaba diciendo con pasmosa precisión, sin olvidar nada. Se ríe con frecuencia, en voz baja, para sí. En todo momento se dejan traslucir su magnanimidad, su humanidad, su simpatía. Quizá sean estas virtudes las que, al impregnar imperceptiblemente su enigmática poesía, expliquen el interés con que se acercan a él todo tipo de lectores.



"Con la poesía ocurre como con la música. Intento expresar verbalmente algo que sólo se puede comunicar de modo no verbal"
"En Una ola es como si me despidiera la vida"


PREGUNTA. ¿Se puede hablar de una afinidad entre su poesía y la estética pictórica del expresionismo abstracto?
RESPUESTA. Cuando fijé mi residencia en Nueva York, trabé amistad con numerosos artistas plásticos, pero nunca me he sentido tan cerca de sus procedimientos como le ocurría por ejemplo a Frank O'Hara, cuya poesía guarda una relación muy estrecha con la obra de Jackson Pollock y Willem de Kooning. Obviamente, hay puntos de contacto, pero mis poemas no son eminentemente visuales. Creo que la afinidad con la música contemporánea es mayor, estoy pensando en compositores como John Cage y Elliot Carter. Eso no quiere decir que no haya puntos de convergencia. Por ejemplo, en sus pinturas De Kooning da vida a un universo paralelo que parece operar conforme a leyes propias. El resultado final es siempre insólito. Ese tipo de experimentación, consistente en crear sin tener la menor idea de cuál va a ser el resultado final, siempre me pareció muy atractivo y hasta hoy sigue siendo uno de los principios de mi creación poética. Mientras doy forma al poema no tengo la más remota idea de qué puede surgir, qué es lo que va a quedar escrito al final.
P. También ha sugerido que una buena manera de leer su poesía es acercarse a ella como si se tratara de música.
R. La música tiene su historia que contar. Cuando uno termina de escuchar una obra musical siente que ha vivido una experiencia temporal de signo lineal. Con la poesía ocurre lo mismo. La experiencia poética no se da de manera instantánea como cuando se contempla un cuadro. La música sigue su argumento, pero se trata de un argumento de orden no verbal. Se puede hablar de sentido, pero es un sentido exento de palabras. Todos hemos experimentado algo así cuando escuchamos a Beethoven. Creo que eso es también lo que yo busco: intento expresar verbalmente algo que propiamente sólo se puede comunicar de modo no verbal.
P. John Cage, en El silencio, afirma: "No tengo nada que decir y lo estoy diciendo y eso es poesía".
R. Esa cita resume perfectamente mi manera de sentir. Por supuesto, el compositor no se siente constreñido por la necesidad de tener que decir algo, puesto que no maneja ideas o conceptos. Pero el paralelismo con lo que ocurre con mi poesía es válido, en el sentido de que lo que estoy diciendo lo digo después de darme cuenta de que no tengo nada que decir. Es en ese punto cuando uno empieza a resultar interesante. (Risas).
P. Autorretrato en un espejo convexo es su obra más conocida. ¿Cómo surgió ese poema?
R. En 1950 se publicó en The New York Times una reseña de un libro sobre Parmigianino, acompañada de una reproducción de su autorretrato, que ejecutó contemplando su imagen reflejada en un espejo convexo. El cuadro me causó una verdadera conmoción, y desde entonces siempre quise escribir sobre él, aunque no sabía cómo. Nueve años después vi la obra original en Viena. Es un cuadro subyugante, de formato muy pequeño. Por fin, muchos años después, al pasar frente al escaparate de una librería en Provincetown, vi un libro cuya portada era el autorretrato. Inmediatamente lo compré, me lo llevé a mi habitación e intenté escribir un poema sobre el cuadro. Tuve muchos problemas, me vi obligado a efectuar muchas más revisiones y correcciones de lo normal. Generalmente, cuando empiezo a escribir todo fluye fácilmente. El Autorretratoestá escrito a la manera clásica de la poesía norteamericana. No es mi libro favorito. No es mi estilo más característico. Tal vez por eso le guste a la gente. (Risas).
P. ¿Cuál es su favorito?
R. Quizá Tres Poemas.
P. ¿Por qué lo escribió en prosa?
R. Me interesaba explorar las posibilidades de la prosa poética, cargando las tintas en lo prosaico, despojándola del peso normalmente excesivo del componente poético, integrar distintos tipos de registros, de lo banal, a lo inflado o retórico... Me intrigaba saber qué ocurriría si mezclaba giros coloquiales con muestras de lenguaje periodístico, filosófico, publicitario... pero claro, hay que escribir acerca de algo, cosa que se me había olvidado por completo, aunque ya llevaba bastante escrito (risas). Entonces alguien me sugirió que pensara en la gente que había significado mucho para mí a lo largo de mi vida, sólo que en lugar de preocuparme por los individuos en concreto, me centrara en los sentimientos que surgieran en mí al evocarlos. Y eso fue más o menos lo que hice. También le di entrada a ciertas lecturas que estaba efectuando por aquel entonces, textos místicos de Jacob Böhme y La Nube del No Saber, el anónimo inglés del siglo XIV. Una de las voces más claramente discernibles de ciertos momentos de Tres Poemas es la del último Henry James, pero hay otras. Tardé en identificar la de Auden. Sin darme cuenta, estaba parodiando la alocución de Calibán al público en El mar y el espejo. Tardé en darme cuenta porque hacía mucho que no leía el texto de Auden, pero cuando lo identifiqué era inconfundible.
P. ¿A qué obedece su interés por las frases hechas y los clichés?
R. Es una manera de hacer que la poesía sea más democrática. Me gustaría usar esto como argumento para refutar la acusación de que mi poesía es altiva y minoritaria. Me gustan las frases hechas que repite la gente corriente en sus conversaciones. Los tópicos lo son por una razón muy válida. Son fórmulas que le sirven a una inmensa mayoría de la gente para expresar sus sentimientos e ideas más íntimos, y eso es importante. Son frases rodeadas de un halo especial, sancionadas por la costumbre y que han sido útiles a muchísima gente.
P. ¿Escribió Una ola como respuesta a una grave enfermedad?
R. Tenía una infección en la columna vertebral que nadie acertaba a identificar. Me ingresaron, pero los médicos me desahuciaron. Después de anunciada mi muerte, apareció milagrosamente un cirujano que aseguró que me podía salvar, y así fue, aunque tras la operación me quedaron numerosas secuelas. Me ocurre con frecuencia que otros me dicen cuál es el asunto de mi poesía, y entonces digo: ah, sí, claro, tiene que ser eso. Empecé Una ola recién recuperado y sin embargo jamás se me pasó por la cabeza que estaba escribiendo acerca de la enfermedad y del dolor. El primer verso del poema dice: 'Pasar por el dolor y no saberlo', así que probablemente surgió de allí, aunque como digo en ningún momento era consciente de que mi escritura estaba ahondando en aquella experiencia. Por otra parte, Una ola tiene cierto carácter elegiaco. Es como si contemplara el curso de toda mi existencia, incluyendo la evocación de un episodio amoroso concreto... Visto retrospectivamente, es como si me estuviera despidiendo de la vida.
P. ¿Qué piensa cuando le dicen de un poema suyo: "Es hermoso, pero no lo entiendo"?
R. Si les parece que es hermoso, ¿qué más puedo pedir? Para mí es suficiente. Sinceramente, no entiendo eso de "entender" la poesía. Cuando afronto un poema por primera vez lo que cuenta es el sentimiento, el goce estético, si está bien hecho. Una sola lectura no me permite pronunciarme sobre la cuestión de lo que significa. Y siempre, al releerlo compruebo que todo está ahí, aunque no se manifestara en mi primer contacto gozoso con el texto.
P. Se ha dicho que una de las señas de identidad de su poesía es su habilidad para burlar las leyes de la sintaxis.
R. No creo que sea cierto. Tal vez no sean lógicos, pero mis poemas son sintácticamente correctos.
P. ¿No son lógicos?
R. No necesariamente. (Risas).
P. Sigue siendo muy prolífico. No parece que jamás cese de escribir y publicar.
R. ¿No es eso lo que se supone que tienen que hacer los escritores? Aunque soy viejo, sigo al pie del cañón. La misión del poeta es escribir poesía.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de abril de 2004



domingo, 18 de abril de 2004

Poesía en la red / Ashbery y 'bits' de robustez poética


Poesía en la red

Ashbery y 'bits' de robustez poética


Josep Maria Sarriegui
17 de abril de 2004

Los poetas norteamericanos contemporáneos gozan de un amplio y cuidado espacio en Internet. Análisis, críticas, poesías y sus propias voces.

www.english.uiuc.edu/maps/poets/a_f/ashbery/ashbery.htm
Modern American Poetry se define como "un ámbito de aprendizaje global y un foro académico" dedicado a difundir la poesía contemporánea norteamericana. Pertenece a la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign y su índice incluye a 161 escritores, todos ellos recogidos en Anthology of Modern American Poetry(Oxford University Press, 2000). De Ashbery encontramos diversos análisis académicos sobre algunos de sus poemas más celebrados, así como una entrevista en la que da pistas sobre las claves de su obra.

www.english.upenn.edu/~afilreis/88/home.html
Un inmenso directorio de recursos digitales sobre poesía norteamericana moderna y contemporánea. Ordenado alfabéticamente, su elaboración y mantenimiento corre a cargo de la Universidad de Pensilvania.

www.diacenter.org/prg/poetry/87_88/ashberybio.html
Two Scenes, At North Farm y When half the time they don't know themselves... son los títulos de los tres poemas de Ashbery presentes en este sitio web. Su archivo, sonoro y escrito, cuenta con voces esenciales en la poesía norteamericana reciente, como Seamus Heaney y Robert Creeley.
jacketmagazine.com/02/
El número especial de la revista literaria Jacket con Ashbery como protagonista. Incluye su poema The Burden of the Park y otros textos para acercarse a su personalidad creativa. Entre ellos, un minucioso ensayo sobre su obra firmado por Marjorie Perloff.
capa.conncoll.edu/
CAPA es un archivo digital de voces poéticas de Estados Unidos no publicadas en papel. Pertenece al departamento de inglés y a la red de bibliotecas del Connecticut College y recoge versos de autores jóvenes que buscan dar a conocer su obra.
www.barcelonareview.com/20/e_ja.htm
La revista Barcelona Review reunió, en su entrega de septiembre-octubre de 2000, tres poemas de Ashbery en inglés y su traducción al catalán.
wings.buffalo.edu/epc/authors/ashbery/
El Centro de Poesía Electrónica (EPC en sus siglas en inglés) de la Universidad de Buffalo (Estados Unidos) dispone de un notable acopio de material en torno a John Ashbery. Lo más valioso, varios poemas del escritor en su inglés original. En su enorme archivo hay piezas de William Carlos Williams, Burroughs, Ezra Pound, Charles Olson, Ginsberg y otros nombres mayores de la poesía en lengua inglesa del siglo XX.
www.writenet.org/poetschat/poetschat_jashbery.html
Amplia entrevista, realizada en 1999, en la que Ashbery explica su proceso de escritura, expone su idea de que el poema debe indagar en vez de expresar y explica cómo debe enseñarse la poesía a los jóvenes.
www.geocities.com/paris/metro/2923/voz_revista/nuevavoz3/ashbery.html
Traducción al español de ¿Qué es poesía?, de Ashbery, publicada por La Voz de la Esfinge.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Sábado, 17 de abril de 2004

miércoles, 14 de abril de 2004

'Lady Soul', de Aretha Franklin


Aretha Franklin


'Lady Soul', de Aretha Franklin


DIEGO A. MANRIQUE
14 ABR 2004

Lanzado en 1968, Lady Soul es uno de los elepés clásicos de Aretha Franklin de sus años en Atlantic. Junto a éxitos como el incendiario Chain of fools y Natural woman, hay majestuosas recreaciones de temas de James Brown, Curtis Mayfield o Ray Charles. Entre los acompañantes aparecen nombres estelares: King Curtis, Bobby Womack, Eric Clapton o Joe South. La reedición conserva el entusiasta texto de Jon Landau, entonces crítico musical y luego productor ymanager de Bruce Springsteen. EL PAÍS ofrece Lady Soul a los lectores del diario, a partir de mañana, jueves, por 5,95 euros.
Aunque Aretha Franklin sigue grabando, se podría decir que es hoy una figura más cercana a la penumbra que a los focos: su fobia a volar limita drásticamente sus apariciones en público. Sin embargo, los ecos de su arte están en todo tipo de divas de la canción, blancas y negras, que siguen viviendo de sus enseñanzas, Consecuentemente, los programas de aspirantes al estrellato están repletos de imitadoras de las imitadoras de Aretha Franklin.
¿Qué es lo que hace grande a Aretha? Sus inmensos recursos interpretativos y su completa formación artística. Nacida en Memphis en 1942, es hija de un destacado predicador afroamericano, el reverendo C. L. Franklin. Un hombre que recorre el circuito de las iglesias y que alienta la vocación musical de Aretha. Aparte, sus hermanas también destacan: Erma Franklin es la autora de Piece of my heart, luego exacerbada por Janis Joplin; Carolyn Franklin igualmente canta y compone, como revelan los créditos de Lady Soul. Crecen en el East Side de Detroit, un barrio del que también proceden los Four Tops, Smokey Robinson o Jackie Wilson.
Es cierto que todos los grandes vocalistas del soul tienen educación gospel. Lo que diferencia a Aretha es que sus primeros pasos discográficos, con Columbia, consisten en un recorrido por diferentes músicas. Como cantante y pianista, se acerca tanto al jazz como a los musicales. Son 10 discos inciertos pero que proporcionan a Aretha un máster en los misterios del gusto del público y en los enrevesados caminos de la industria.

La locomotora del 'soul'

Cuando Aretha ficha por Atlantic, la compañía neoyorquina dedicada a la música negra, se produce el milagro. Atlantic ya está subida en la locomotora del soulpero depende de sus contactos en el sur de Estados Unidos, sus pactos con sellos en ebullición como Stax. Ahora debe demostrar que también domina la alquimia: se trata de transformar el exuberante rhythm and blues urbano en la soul music, que transporta mensajes de liberación personal y orgullo comunitario. En Atlantic saben que Aretha es oro puro, un volcán que debe canalizarse. Se trata de buscarle material adecuado a sus posibilidades, canciones con resonancia universal. Luego, hay que conseguir arregladores y músicos a su altura. El productor, Jerry Wexler, y el ingeniero Tom Dowd aceptan el reto. Llevan a Aretha a Muscle Shoals, Alabama, en el sur profundo, donde se está cocinando el mejor soul.
Aretha y su marido sufren un shock cultural. Resulta que muchos artesanos -músicos y compositores- del soul sureño son blancos que, a primera vista, no se diferencian mucho del estereotipo del redneck, el cazurro rural y racista. Hay malentendidos, palabras airadas, broncas, Wexler decide transportar a los músicos a Nueva York, donde la grabación concluye felizmente.
La misma fórmula se usa en Lady Soul. Los instrumentistas sureños tocan con figuras neoyorquinas como King Curtis y Bobby Womack; hasta Eric Clapton mete una respetuosa guitarra de blues en Good to me as I am to you. En Lady Soul está una cantante en la cima de sus poderes, que no teme las comparaciones y personaliza éxitos de James Brown, Ray Charles, los Impressions y los Young Rascals. El gran éxito del disco es el vibrante Chain of fools pero brilla especialmente Natural woman, una composición de Carole King que Aretha transforma en himno femenino. Piano de iglesia, los coros de las Sweet Inspirations, las cuerdas de Ralph Burns... y Aretha. Néctar de soul.
* Este artículo apareció en la edición impresa del Miércoles, 14 de abril de 2004